Sopa de miso

Por fin me he decidido a comprar Shiro miso. La verdad es que nunca he sido muy fan de las sopas, por no decir que nunca me he tomado una sopa porque siempre lo he encontrado bastante ridículo, tal cual, me parecía agua con sabor. Pero casualmente la única sopa que he tolerado ha sido la típica sopa de miso de los restaurantes japoneses. Así que tras mucho leer cómo se puede utilizar el miso, me decidía a adquirirlo y a empezar a utilizarlo en mis platos.

Existen muchos tipos de miso, más suaves, más fuertes..., aquí y aquí os dejo una web donde los explican bien y muestran ejemplos de sus usos. Hay que tener cuidado con el miso si se tiene hipertensión ya que algunos contienen mucha sal. 

Además está lleno de propiedades y beneficios: favorece la digestión, ayuda a reducir el colesterol ya que contiene ácido linoleico y lecitina de soja, tiene isoflavonas que favorecen el equilibrio hormonal y evita la pérdida de calcio, es antioxidante, aporta magnesio, calcio, hierro, vitaminas A, B, E y ácido fólico.

Ingredientes:

- 1/2 litro de agua

- 1 Cucharada de polvo de verduras 

- 1 Cucharada de shiro miso

- 1/3 de bloque de tofu

- Algas wakame

- Semillas de sésamo

Hervimos el tofu troceado con las algas y el polvo de verduras durante 15 minutos. Este tipo de alga no es necesario hervirla, se puede rehidratar con agua durante 10 minutos. Podéis utilizar pastillas de caldo de verduras, pero suelen tener mucha grasa para poder compactar la pastilla, así que si podéis conseguir en la herboristería un bote de caldo de verduras en polvo, mejor.

Una vez tenemos preparada la sopa retiramos del fuego y cuando deje de hervir añadimos el shiro miso. Relamente esto va un poco a gustos, al principio sólo eché una cucharadita, pero tenía un sabor bastante suave, así que id echando hasta que os guste, aunque no os paséis porque algunos misos tienen mucha sal. Removéis bien y dejáis reposar.

Servimos en un bol y añadimos unas semillas de sésamo. Delicioso!!!